Olor a polla

Es un olor cargado de “feromonas” que me pone a 1000.

Este olor no se percibe como tal. Explico: después del baño y en el juego amoroso, la mujer, al igual que el hombre, despedimos olores a “sexo”. Las axilas de algunas mujeres despiden un olor peculiar -esto sin usar desodorante- que me para la verga.

Los olores suelen ser uno de los disparadores sexuales mas primitivos.

Esto que cuentas Jalil tiene mucho que ver con esas señales.Creo que es muy bueno poder disfrutar de cada uno de ellos.

El olor del amor!! claro, ese si lo conozco, y comparto tus gustos.

Así es Walkingman, incluso la excitación llega a niveles tan altos, que algunas mujeres prácticamente “chorrean” de la “cucaracha”, como se dice por acá por estos lugares.

Por cierto, enseguida voy a abrir un foro para que todos digamos la forma en que se conocen los genitales, tanto masculinos, como femeninos.

Saludos

Que yo sepa las feromonas no tienen olor. Lo que huele son los productos de desecho de las bacterias que se alimentan del sudor y de los restos de piel. Las feromonas no huelen, aunque eso no quiere decir que no las percibamos. ¿Cómo? Eso no lo sé.

Respecto a las antiestéticas ronchitas blancas alrededor de la cabeza del glande se llaman manchas o cápsulas de Fordyce. Son unas glándulas secretoras y muchos hombres las tienen, a veces en esa zona, y otras en el tronco inferior. Segregan unas sustancias que al acumularse forman el esmegma, que es esa costra blanca y apestosa. Más de uno habrá intentado aplastarla como si fuera un grano de acné: no es conveniente porque 1º) no servirá de nada, y 2º) puedes hacerte bastante daño e incluso infectarse.
Yo, en su día, fui al médico. Me dijo que es normal, que no es contagioso, que no hay forma de quitarlas, y que lo único que se puede hacer es mantener una buena higiene. A mí no me gustan nada, pero qué se le va a hacer!

Bueno, un saludo a todos.

Mirar….yo hace tiempo en una party,le meti sin querer la mano en el sobaco a un macarra ¡¡¡¡¡¡¡¡joderrrrr!!!!!!!,imagínate el pestazo que me metía la mano…….era pleno agosto en una fiesta en el campo,el tio hiba sin camiseta y hipermega sudado ¡¡¡¡¡¡ahhhhhgggggg!!!!!!.Le fui a preguntar una cosa al oído (por que estaba el sound sitem estaba muy alto)y cuando le hiba a poner la mano en el hombro,coge el tio y me hizo la cobra,y entonces le puse toda la mano en ese sobaco baboso y mugriento,me parece que no se había duchado en todo el verano ¡¡¡¡encima era el típico jeviata con las greñas hasta el culo!!!.
Me acordare toda mi vida de ese olor tan desagradable,por que el olor a sobaco solo se aguanta el de uno mismo.Encima para rematar ,como estábamos en medio de la montaña no había agua,así que me tuve que ir al coche y me limpie con un limpia cristales y aun así quedaba un poquillo de olorcete.

Saludos!!!

He sacado este hilo de las tinieblas para contaros una historia algo guarra que me pasó esta noche en el gimnasio.

Resulta que hay un chaval de unos veinte años que me llamó poderosamente la atención el otro día, la primera vez que lo vi. El pobre no es muy agraciado de cara y encima está siempre con la boca abierta, como esperando que le entre un moscardón. Es aún más bajo que yo pero su cuerpo es extraordinariamente fuerte, musculado, con una genética formidable para las pesas. Es curioso que su cintura esté más baja de lo habitual, proporcionándole unas espaldas largas y fuertes y al mismo tiempo unas vigas de acero a modo de piernas y glúteos. Creo firmemente que ser paticorto tiene que ver con un mayor desarrollo de los miembros inferiores. También de la polla.

Pienso, sin duda ninguna, que el muchacho es dueño del mejor ejemplar de estaca de todo el gimnasio. Su grosor es bestial, increíble, en torno a los 17 centímetros o más, y va acompañada de un par de cojones gordos como puños en una bolsa que se descuelga entre los cuádriceps fornidos, cayendo por su propio peso. He podido calcular el grosor a ojo de buen cubero porque en el vestuario y las duchas el chaval no puede evitar tener la más potente de las erecciones posibles. Su miembro se transforma en un amasijo de venas salientes que bombean sangre sin cesar para poder mantener semejante mástil en pie. No sé si le excitan los hombres o el simple hecho de exhibir su salami, pero el hecho es que no duda en pasearse de tal guisa ante la mirada atónita de todos los presentes.

Pues bien, hoy coincidimos en el vestuario cuando él llegaba de la sala de pesas con su compañero de entrenamiento, ambos hinchados, congestionados, y yo estaba a punto de irme. Tenían sus objetos en el mismo banco en que yo estaba sentado, justo a mi lado. Cuando se disponía a despojarse de la ropa sudada, el chico exclamó:

- ¡Y ahora, a quitarme la ropa! ¡A oler a hombre!

Dicho y hecho. Se libró de la camiseta y el pantalón corto, dejando a la vista su cuerpo rocoso… y una impresionante erección de su megalito. En ese preciso instante invadió la atmósfera un fortísimo e intenso olor acre, tan denso que se podría cortar con un cuchillo. Olía a polla. A polla brava, salvaje, montuna. Feromona destilada, directa al centro del cerebro. Al momento sentí su aspecto tan contradictorio: por una parte, me repugnaba de tan concentrado, pues jamás, en ninguna de mis correrías, había encontrado un miembro que despidiese una esencia tan penetrante; pero a la vez me sentía atraído hacia el abismo de su entrepierna, a la contundencia granítica de su herramienta, a la desmesura de sus proporciones. Pasó como una exhalación a mi lado para abrevar su obelisco en el sanitario, de piernas abiertas, mientras contraía sus glúteos grandes y estriados. La erección que llevaba al pasar ante mis ojos me hizo anhelar aún más el calor animal que emanaba su verga.

Me quedé unos segundos sentado en el banco, calibrando el aroma, desgranando sus matices, recreándome en la masculinidad que me envolvía. Él ya se había internado en las duchas, pero el espíritu de su cipote me envolvía aún, pesando en el aire, como si quisiese residir exactamente en aquel lugar. Finalmente, y temiendo ser observado en tal estado contemplativo, me levanté y abandoné el asiento. Me fui impaciente por volver a encontrarlo.

Como siempre mi buen Shazzan es un placer leerte. Haces que nos suba la temperatura a todos sea cual sea nuestra orientación sexual.

Haber cuando publicas tu libro he.

Y por lo de este chico rescato que debe de tener las hormonas a mil para despedir tanto olor no? Puede ser que esto de las hormonas elevadas influya en el tamaño?

Saludos.

Sí, es posible que estén relacionados el olor fuerte y el tamaño grande y que todo sea cuestión de testosterona. Un compañero de mi chico me decía el otro día que él tiene siempre mucho calor y que incluso mancha de amarillo la ropa de la cama con su transpiración, y lo atribuía a su sistema hormonal. Sé de buena tinta que también posee un pollón descomunal.

Un abrazo

Shazzan esos relatos tuyos son fenomenales. A propósito, cómo andan tus escritos? No era que pensabas escribir un libro?. Corrígeme por favor.

No, no pensaba publicar nada… Tengo un libro escrito a mano, poco a poco y durante mis años de soltería, sobre técnicas sexuales que iba aprendiendo de mis conquistas de fin de semana.

llevo yendo a gimnasios más de 20 años y NUNCA vi a nadie con erección, supongo que porque lo ocultarán… No le veo el problema pero creo que ese pieza tiene que ser gay porque si no, no concibo que vaya siempre empalmao al ducharse…

Por otro lado, aqui expongo la teoria más plausible a raiz del comentario de shazzam sobre las venas de la polla del menda: Seguramente, para entrenar y vascularizar a tope y entrenar mejor, ese tío debe de tomar sildenafil en vez de cualquier otro producto de oxido nitrico.

Préguntale, hermano, a ver si tengo razón.

Shazzan, ¿y ahí terminó el relato sobre el monstruo del gimnasio?

Oye Shaza, por qué no divulgas lo que tienes ya escrito entre la manada Thunder, un tema de Thread algo así: “Técnicas Sexuales by Shazzan”, quien sabe y las ponemos en práctica.

Sí, Mafero, lo vi el jueves pasado de nuevo y otra vez estaba, como decimos por aquí, empalmado (con erección). El pollón, paralelo al suelo; los cojones, allá abajo, batiéndole contra los muslos al andar. Sus piernas son extraordinarias, muy desarrolladas. Cuento con verlo esta tarde también, como los últimos jueves.

Largumpen, yo también llevo años yendo a gimnasios y nunca hasta ahora había visto a nadie con erección (bueno… ahora que lo pienso… aquella vez en el baño turco… bueno, eso es harina de otro costal). También, en ocasiones, he visto erecciones espontáneas en las duchas. Desde luego, lo que nunca he visto es a nadie paseándose empalmado… hasta que este elemento hizo acto de presencia en el vestuario. Te digo yo que ni Sildenafil, ni óxido nítrico ni siquiera proteína barata de herbolario. Ese chaval no se toma nada. Bueno, aparte del caldo que le prepara su madre y bastante cocina internacional: hamburguesas, pizzas y doritos. Se trata de uno de esos suertudos que se pasean por el mundo con genética de campeón y rabazo descomunal. Pero con su monstruo lleva su castigo, que le apesta un rato. Es el precio a pagar por poseer semejante espécimen entre las patorras.

Nelo, hay dos problemas para divulgar el manuscrito: que está en gallego y tendría que ir traduciéndolo y dándole forma de nuevo y también que es sexo gay, que a la mayoría no le interesa. Gracias por tu interés!